¿Cómo limpiar aluminio para dejarlo reluciente?

Jul 9, 2015

El aluminio es un material que encontramos con facilidad en marcos, ventanas y persianas por su capacidad de disminuir el peso y soportar bien diferentes temperaturas en exteriores. Para conseguir un aspecto reluciente y profesional en estos elementos, es necesario saber cómo limpiar el aluminio, evitando el uso de productos inadecuados ya que esto provoca que se raye con facilidad, al igual que con la limpieza de tarima flotante o madera.

 

Quitar el polvo con el cepillo adecuado

Empieza por retirar la suciedad más superficial suavemente con una mezcla de agua y líquido jabonoso. El polvo u otros restos deben frotarse de forma circular con un cepillo de fibras suaves adaptado al aluminio. Evita usar estropajos duros o productos químicos que estropean el metal.

Si te dispones a limpiar aluminio anodizado, como los refuerzos de ventanas o expositores, puedes utilizar una disolución de detergente en agua tibia para una limpieza más agresiva. El enjuagado óptimo de la pieza se consigue aplicando agua a presión. De esta manera, conseguimos que el resultado sea mucho más brillante.

 

Limpiando las ventanas de aluminio blanco

Si lo que se busca es tener un espacio limpio en el que las ventanas de aluminio blanco queden impolutas, necesitaremos no hacer uso de productos de limpieza abrasivos, sustituyéndolo por detergentes mucho más suaves, mezclados con agua caliente y tibia que se irán alternando mientras se limpia el aluminio. Frotamos la solución con los paños adecuados hasta deshacernos de todas la manchas, secando la superficie con toallas de tacto suave.

 

Objetos de cocina hechos de aluminio

Para fregaderos y recipientes de cocina como ollas con suciedad muy adherida, lo más recomendable es usar bicarbonato sódico en agua a punto de ebullición, que se dejará reposar durante 10 minutos antes de enjuagar con agua tibia y limpia. Una vez la pieza está seca, utiliza una pasta especial para pulir aluminio y eliminar todo tipo de marchas exteriores.  El producto se deberá aplicar con un paño de fibras suave únicamente sobre las marcas que quieras eliminar.

Si lo que se quiere limpiar es un recipiente de cocina, evita aplicar el producto en el interior o, revisa bien en las instrucciones del producto, asegurándote que éste no sea tóxico. Evita también las zonas que van a estar en contacto con el calor o fuego, ya que suelen ser productos muy inflamables.

Finalmente, es importante recordar que, pese a tener un aspecto compacto, el aluminio es un material sensible a productos de limpieza muy agresivos. Por tanto, deberemos usar siempre  líquidos y soluciones más suaves como el agua o los detergentes neutros.

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